Estimados amigos:
Nuestro Presidente de Corte- Dr. Miguel Guerrero Hurtado- nos concedió el alto honor de realizar el brindis de honor en la ceremonia de apertura del Año Judicial 2014 el 02 de enero último.
Incluimos la sumilla de nuestras palabras.
Saludos cordiales,
Edwin Figueroa Gutarra
BRINDIS DE HONOR
ESCUCHAR CORTÉSMENTE, RESPONDER SABIAMENTE, PONDERAR PRUDENTEMENTE Y DECIDIR IMPARCIALMENTE.
Señor Dr. Doctor Miguel Ángel Guerrero Hurtado, Presidente de nuestra Corte.
Señores Jueces Superiores,
Señores Jueces Especializados y Mixtos, Jueces de Paz Letrado, Jueces de Paz,
Dignas autoridades eclesiásticas, civiles y militares.
Distinguido público:
Esta es una ocasión muy especial para todos nosotros porque partimos de la idea de que es el comienzo de año, y que se trata del inicio oficial de las actividades judiciales en el marco propio de una Ceremonia de Apertura de Año Judicial, oportunidad en la que sintetizamos cuán mejor queremos hacer las cosas.
De alguna u otra forma, siempre es importante darle calidad de vida a nuestros sentimientos positivos para que podamos nosotros desarrollar de mejor forma aquello que es acorde con una recta impartición de justicia y en ese marco de ideas, quería traer muy brevemente a colación a Sócrates, un referente para quienes ejercemos esta delicada tarea de resolver conflictos y controversias con relevancia jurídica.
Sócrates decía hace 2400 años, en relación a las virtudes de un juez, que éstas eran: escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir parcialmente.
Veamos que son simplemente cuatro atingencias y sin embargo, expresan mucho de esta labor tan compleja que es impartir justicia, porque, en un primer orden, no nos podemos excusar los jueces de escuchar cortésmente a las personas.
Todos merecen el respeto de escuchar su alegato, tengan o no razón. De allí que la labor del juez en este aspecto sea una tarea muy delicada, pues estamos obligados a escuchar; responder sabiamente, en segundo lugar, porque no podemos excusarnos en modo alguno de desconocer el derecho. Nos podemos equivocar técnicamente pero no podemos nosotros sino tratar de resolver con sabiduría, a pesar de la complejidad de los asuntos. Es de esa forma que la labor del Juez tiene que esmerarse por afrontar los problemas sometidos a su conocimiento, y con énfasis, responder a ellos con sabiduría y de la mejor forma posible dentro de los cánones que señalan la ley y la Constitución.
En tercer lugar, ponderar prudentemente. Qué importante para nosotros es siempre hablar de la prudencia, porque legal y técnicamente hablamos de la jurisprudencia, de aquello que deciden los Jueces. Sin embargo, sabemos bien que la Jurisprudencia no solamente es la expresión de los jueces sino que en ese término también se revela la denominada Prudentia Juris, concepto que a su vez nos marca la noción de prudencia al resolver el derecho.
Es así que la Jurisprudencia, es decir, las sentencias, las resoluciones jurisdiccionales, los fallos de los jueces, exigen ese tamiz de prudencia que nos dice que ni podemos otorgar demasiado, ni tampoco de menos, y por tanto, es exigible discernamos con prudencia la decisión de causas, sean complejas, medianas o sencillas. La prudencia exige fundamentalmente la experticia de escuchar cortésmente, responder sabiamente y ponderar prudentemente.
Finalmente la cuarta virtud es decidir imparcialmente. Tenemos que ser ajenos a todos esos factores extra legales, extraordinarios, que no tienen relación alguna con la decisión.
Estas cuatro virtudes resumen, de alguna manera, esas condiciones del Juez que son necesarias de ir forjando, y que deben formar la práctica de nuestro diario accionar de resolver en justicia.
Considero que ésta es una ocasión propicia en esta oportunidad en que empezamos el año y elevamos nuestras oraciones al Altísimo y nos identificamos con que efectivamente la labor judicial es muy compleja y sobre todo, demanda mucho de nosotros, simples seres humanos.
Hoy en día nos reunimos muchos Jueces en este recinto, tratando de reafirmar el mensaje de nuestro Presidente de Corte respecto a la tesonera labor de esta Corte en el año 2013. Por tanto, es más que propicio reafirmar la importancia del mensaje socrático en las virtudes señaladas con miras al 2014, y ojalá las podamos aplicar en este año judicial que se inicia para cumplir nuestros grandes objetivos de impartición de justicia.
Por estos motivos me permito hacer este sencillo brindis con todos Uds. por la grandeza espiritual de nuestra institución.
Edwin Figueroa Gutarra
Juez Superior
Sala Constitucional