
Estimados amigos:
Dado el contexto de complejidad que viven todos los países del orbe a raíz de la pandemia del COVID 19, realizamos en esta ocasión una breve publicación de emergencia de nuestra revista de la Corte en el marco del primer centenario de nuestra entidad.
Realmente hubiéramos deseado desarrollar un amplio número de publicaciones de artículos y entrevistas, como solemos hacerlo en los aniversarios de nuestra institución desde hace 13 años en que existe nuestra revista, y sin embargo, las condiciones actuales lo impiden. Sin perjuicio de ello, esperamos vengan mejores tiempos y volvamos a ampliar nuestros contenidos.
Valga esta nota, finalmente, para congratularnos por los 100 años de existencia de nuestra Corte Superior de Justicia, desde aquel lejano 23 de mayo de 1920, en que entró en funciones nuestro corpus iuris lambayecano.
PALABRAS DEL DIRECTOR
Estimados amigos:
Habíamos proyectado una edición especial por los 100 años de existencia de nuestra Corte Superior de Justicia, pero la difícil experiencia del COVID 19 en este año 2020 prácticamente desarmó todos los planes trazados para este período, y no solo respecto de nuestra revista virtual, sino también de todo el Poder Judicial del Perú en su conjunto, y extensivamente, de todas las actividades en sociedad, tanto en nuestro país como en otras latitudes. La humanidad así paró en seco y todas las actividades, salvo las más esenciales, se restringieron, imponiendo obligados confinamientos de toda la población, restricción de derechos ciudadanos, y coacción estatal propia en caso de inobservancia.
La fragilidad que nos impone la amenaza de esta enfermedad, aún sin visos de cura definida, toca las fibras más sensibles de la humanidad, pues somos la única especie de la naturaleza que brega por no irse, por no partir del entorno que llamamos vida, a pesar de que en estricto tampoco pedimos venir. Pues esa fragilidad ahora es más evidente que nunca, y aunque la población mundial en la actualidad bordee ya la cifra de 7,200 millones de habitantes, toda pérdida de vidas, aún la más mínima por esta dolencia del coronavirus, representa un extremo sensible de nuestra experiencia como sociedad en su conjunto.
A ello debemos sumar, con tristeza, que hoy las pérdidas de vidas humanas, dadas las actuales regulaciones en muchos países, constituyen solo cifras, pues la protección de datos en un contexto tan delicado, ha impuesto la práctica regulada de no ser publicados los nombres de los ciudadanos fallecidos por este mal. Entonces, se nos impone la práctica de un dolor espiritual adicional que implica no saber quiénes partieron, y si acaso fue un amigo, un vecino, un compañero.
Por lo demás, si a esto le añadimos la prohibición, en otras tantas latitudes, de no inhumar los cadáveres de las víctimas de esta enfermedad, sino de cremar los mismos, prohibiendo a su vez los sepelios con la cercanía de familiares, pues en perspectiva se trata de una muy difícil experiencia que esperamos no nos toque vivir, pero que está a la vuelta de cada esquina, de cada saludo, de cada vez que debemos salir por deberes a la calle, dado el latente riesgo de contagio.
Nos queda entonces mirar adelante y esperar que las complejas curvas de diseminación de este mal y de fallecimientos de personas en todos los países del orbe, se vayan aplanando, lo cual a su vez ansiamos suceda en el más corto plazo. En tanto, cada vida salvada y arrancada de las garras de esta pandemia, constituye un hálito de esperanza al cual con denuedo nos aferramos.
Se nos impone así no perder la calma y nuestro instinto de conservación, así como nuestra fe en un mañana mejor; esto último nos hará superar estos tiempos difíciles de entender, complejos de sobrellevar, pero aleccionadores de templanza, fe y esperanza.
A pesar de estas difíciles circunstancias, permítasenos expresar nuestro mensaje de corazón: ¡Feliz primer centenario de nuestra Corte Superior de Justicia!
Hasta la próxima edición.
Edwin Figueroa Gutarra
Director
En este número 49 consignamos los siguientes artículos:
Seguridad, libertad e igualdad: pilares del Estado de derecho
Edwin Figueroa Gutarra
Justicia genética
Manuel Atienza Rodríguez ( España)
El enlace web a esta edición es el siguiente:
https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/b51dfc804e56de42a9a7ab3b4a2af7f0/IPSO+JURE+49+-+2.pdf+versi%C3%B3n+final.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=b51dfc804e56de42a9a7ab3b4a2af7f0
Nuestra revista, gracias a la vía rápida de comunicación virtual que permite la Red Latinoamericana de Jueces REDLAJ, llega, además de Perú, a otros 18 países de Iberoamérica, entre ellos Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
En adición a lo indicado, es grato para nosotros de igual forma invitarlos a escribir un artículo para nuestra edición IPSO JURE 50, edición agosto 2020, día del juez, y fijamos como plazo de cierre de recepción de artículos el próximo 04 de julio de 2020.
La invitación es extensiva a jueces, fiscales, abogados y académicos del Derecho. La extensión de los artículos es de hasta 20 páginas, arial narrow 11, espacio sencillo. Se enviará el artículo y una foto digital tamaño carnet a la dirección de correo electrónico estudiofg@yahoo.com, incluyendo nombres completos, teléfono y correo electrónico para fines de verificación. La dirección de la revista emitirá un correo de confirmación de recepción del trabajo.
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