
Elogio de la ociosidad. Bertrand Russell.
19 diciembre, 2020
Estimados amigos:
Dentro de las reflexiones filosóficas que siempre implican una forma de contraste con la vida encontramos, entre nuestra varias lecturas, una que nos llamó poderosamente la atención: ¿ Podría alguien en su sano juicio elogiar la ociosidad?
Si partimos de una concepción dinámica, extensiva y utilitarista de la vida, la respuesta sería enteramente negativa. Sin embargo, ya esta reflexión se la planteó Bertrand Russell en el año 1932, y alega el autor británico, galardonado con el Nobel de Literatura en el año 1950, que en cierto modo el trabajo pueda significar, a su vez, una virtud causante de diversos daños.
En esa reflexión, llega a la propuesta de no hacer nada y a su vez, reflexiona en el sentido de que el trabajo es valioso, pero no porque el trabajo en sí sea bueno sino porque el ocio es bueno. De otro lado, destaca que el sabio empleo del tiempo libre es un producto de la civilización y de la educación, y así, sin una cantidad considerable de tiempo libre, un hombre se verá privado de muchas de las mejores cosas.
Llega Russell entonces a la conclusión de que un poco de ocio en nuestras vidas es agradable, y que los hombres y las mujeres corrientes, al tener la oportunidad de una vida feliz, llegarán a ser más bondadosos y menos inoportunos, así como menos inclinados a mirar a los demás con suspicacia.
Incluimos la respectiva reseña en PDF para juzgar lo aseverado con más amplitud.
LECTURAS Elogio de la ociosidad Russell
Saludos cordiales,
Edwin Figueroa Gutarra
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