Estimados amigos:
Una de nuestras visitas más anecdóticas desde Barcelona en 2019 tuvo lugar en Montecarlo, capital del Principado de Mónaco, lugar enclavado en la Riviera francesa. Mónaco es uno de los 6 microestados de Europa y, con una superficie total de solo 2 km2., es el segundo país más pequeño del mundo, después de la Ciudad del Vaticano. Montecarlo, ciudad que debe su nombre a Carlos III de Mónaco, fue fundada en 1866, y es Mónaco en sí misma, dado lo corto de su territorio. En esta ciudad Estado tiene lugar el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1.
En cuanto a nuestra estancia, hicimos enlace aéreo de Barcelona a Niza, Francia, y desde esta última ciudad tuvimos oportunidad de hacer conexión con Mónaco por tren. Nuestra estadía fue un tanto accidentada en razón de que, desde que llegamos, una intensa lluvia, que se prolongó todo el día, castigó sin paz la ciudad, de tal forma que apenas pudimos visitar el centro de Montecarlo. Fue tan fuerte el temporal que se suspendió el servicio de trenes hacia Niza por la noche, cuando debíamos volver, y la diosa fortuna quiso que alcanzáramos, en medio de una copiosa lluvia, el último bus del día, el cual apareció repentinamente, cuando ya estábamos desorientados y con pocas esperanzas, Gracias a esa buena suerte, pudimos volver a Niza a descansar por la noche.
Adjuntamos algunas vistas de nuestra corta estancia, entre ellas la Avenue d’ Ostende, una de las principales vías de Montecarlo. Se puede apreciar en la foto la intensidad de la lluvia.
Igualmente, alcanzamos a visitar el Casino de Montecarlo, uno de los más famosos del mundo por sus sofisticados juegos de azar. Construido en 1858, su área incluye el Gran Teatro de Montecarlo, y un detalle muy curioso es que los ciudadanos de Mónaco tienen prohibido entrar en estos casinos. En uno de sus espacios se filmó parte de una película de James Bond en 1983 Never say never again, y en 1995, Goldeneye.
Pudimos guarecernos de la inacabable lluvia por unas horas en el bellísimo Hotel Hermitage de Montecarlo, un lujoso palacio de estilo Belle Époque, inaugurado en 1896 y clasificado como monumento. Dicho lugar nos sirvió de refugio en la idea de que el aguacero amainara un tanto. Sin embargo, no cediendo éste, debimos armarnos de valor y tratar de buscar la forma de regresar a Niza, objetivo que finalmente logramos casi al acabar el día.
Saludos cordiales,
Edwin Figueroa Gutarra

Avenue d’ Ostende

Frente al Casino de Montecarlo

Hall del Casino de Montecarlo

En el Casino de Montecarlo

Hotel Hermitage de Montecarlo
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