
Estimados amigos:
Difundimos el presente número 54 de IPSO JURE en una fecha conmemorativa además de trascendente para el corpus iuris de Perú, y se trata del día del Juez, ocasión en que conmemoramos que, el 04 de agosto de 1821, el Libertador José de San Martín dispuso la creación de la Alta Cámara de Justicia, la misma que sustituyó a la Real Audiencia española. Esta decisión del Protector constituyó el antecedente de la actual Corte Suprema de Justicia de nuestro país.
Destacamos, en especial, que uno de nuestros artículos – el juez perfecto- es una semblanza que hace Manuel Atienza Rodríguez, reconocido profesor de la Universidad de Alicante, del magistrado Perfecto Andrés Ibáñez, uno de los más prestigiados jueces del Tribunal Supremo español. De él dice que son sus méritos asumir una responsabilidad institucional en lo que hace, así como esforzarse para que la institución a la que pertenece sea la mejor posible. Le atribuye, igualmente, el florecimiento en el país ibérico de los estudios doctrinales sobre argumentación durante los últimos años. Se trata pues de una valoración extraordinaria cuya atenta lectura recomendamos, y que merece destacarse, mucho más en esta fecha conmemorativa de trascendencia para toda la jurisdiccionalidad.
PALABRAS DEL DIRECTOR
Volvemos a una edición del Día del Juez en Perú, pero esta vez seguimos en pandemia, aunque esta vez parecería avizorarse un mejor panorama pues las cuotas de vacunación en todo el mundo avanzan a paso célere. Ello nos refiere un contexto de esperanza pues, verdaderamente, todos extrañamos nuestra vieja normalidad y, sin embargo, es muy probable que ciertas modalidades virtuales se conserven dada su eficacia.
En desarrollo de la idea anterior, observemos, a estas alturas de la pandemia y en cuanto concierne al trabajo de los jueces, pues este es el giro enfático en esta edición, que el desenvolvimiento de audiencias virtuales, a pesar de las observaciones y resquemores iniciales, ha logrado un importante avance material en el aspecto de acceso a la justicia. Antes, en el antiguo esquema presencial, podían frustrarse las audiencias por el simple hecho de la dificultad de las partes, cualesquiera que fuere, para apersonarse a las salas de audiencias, y tomar parte activa en las diligencias.
Hoy, y lo pueden corroborar muchos colegas jueces, son pocas las audiencias que se frustran pues desde cualquier dispositivo, no importando la distancia, pueden los abogados y las partes conectarse a las audiencias, consolidándose de esa manera, y de mejor forma, el derecho de defensa, en la medida que ya no ocurre la indefensión misma que algunas veces el sistema presencial configuraba. Este aspecto, sin duda, constituye un avance sustantivo en el concepto de acceso a la justicia y ello merece ser valorado.
Desde otra dimensión, y ya lo ha anunciado la actual presidenta del Poder Judicial, la Dra. Elvia Barrios Alvarado, se viene trabajando con fuerza la Inteligencia Artificial IA para coadyuvar en las tareas judiciales. En propiedad, ya estábamos trabajando el Expediente Judicial Electrónico EJE y era una perspectiva progresiva apuntar a una digitalización de las actividades judiciales y, sin embargo, la pandemia terminó por acelerar, exponencialmente, las metas de trabajo al respecto.
Tuvimos ocasión de participar en julio de 2021 en un Encuentro Nacional de Jueces y es de resaltar que en una de las ponencias, el Dr. Juan Gustavo Corbalán, experto argentino en estas materias y el artífice de un exitoso programa de IA denominado Prometea, nos demostró a través de un algoritmo, la posibilidad de pasar el PDF completo de un expediente por el examen algorítimico del programa respectivo, y en solo 10 segundos se logró un resumen bastante completo en PDF, de un examen que podía abarcar para el humano promedio unos 90 minutos de labor. Y la efectividad del resumen ciertamente podía llegar a un 90% e, incluso, podía distinguirse el uso de programas con mediana y alta intervención humanas, es decir, según la materia podía corroborarse si debía intervenir la supervisión humana.
Ciertamente quedó en el tintero la cuestión de si el algoritmo pudiera acaso desarrollar también buenos estándares de semántica y sintaxis, y si eventualmente pudiera configurar un borrador de sentencia. Por supuesto que nuestro enfoque hoy, a 2021, nos diría que esa tarea resulta previsiblemente casi imposible y, no obstante, la pregunta de oro es, más bien, cuánto tiempo ello seguirá siendo una posibilidad negada.
En perspectiva, los sistemas de IA avanzan a pasos agigantados. De seguro es muy escasa la posibilidad de una skynet que pudiera destruir a la raza humana y, a pesar de lo afirmado, debemos atender a que cada vez más se perfeccionan los sistemas de machine learning, de deep learning, es decir, muy avanzados programas de informática que representan un alto nivel de eficiencia de operar en la forma en que lo hacen los humanos, unos programas reproduciendo un tanto más actividades mecánicas, pero los otros yendo a desarrollar esbozos de asociación de conceptos respecto de sistemas de redes neuronales.
De seguro podríamos concluir que la actividad del cerebro humano es irreproducible pues los 100,000 millones de neuronas que aloja cada cerebro humano desarrollan complejas sinapsis, es decir, relaciones de conexión. Sería muy irreal, igualmente, que la máquina pudiera pensar como los seres humanos y, sin embargo, es pertinente nos preguntemos qué nos depara la IA en 50 o 100 años más, los cuales tampoco son un futuro tan lejano.
Nos contentamos con que las máquinas no nos reemplacen a nosotros los jueces y que, por el contrario, signifiquen valiosos instrumentos de apoyo para hacer más eficiente la tarea de impartir justicia, y que se convierten en poderosas herramientas de apoyo a nuestro trabajo, cada día, en cada audiencia, em cada controversia. Ese es el objetivo que hoy nos corresponde trabajar, parafraseando un poco a Ortega y Gasset ,quien afirmaba que el hombre es su ser y sus circunstancias.
Hasta la próxima edición.
Edwin Figueroa Gutarra
Director
En este número 54 consignamos los siguientes artículos:
Pandemia, gobernanza y derechos humanos
Edwin Figueroa Gutarra
El juez perfecto
Manuel Atienza Rodríguez
Los acuerdos de accionistas y su carácter vinculante, a propósito de su inclusión dentro del soft law o hard law
Edgardo Alberto Salazar Chavesta
¿Cuándo no configura el tipo penal de agresiones contra integrantes del grupo familiar? A propósito del pronunciamiento de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de la República en el Recurso Nulidad N.º 2030-2019/Lima
José Ernesto Coca Caycho
El enlace web a esta edición es el siguiente:
https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/177645804394d8f7841d876745cba5c4/IPSO+JURE+54.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=177645804394d8f7841d876745cba5c4
Nuestra revista, gracias a la vía rápida de comunicación virtual que permite la Red Internacional de Magistrados, llega, además de Perú, a importantes destinos de Iberoamérica.
En adición a lo indicado, es grato para nosotros de igual forma invitarlos a escribir un artículo para nuestra edición IPSO JURE 55, edición noviembre 2021, y fijamos como plazo de cierre de recepción de artículos el próximo 01 de octubre de 2021.
La invitación es extensiva a jueces, fiscales, abogados y académicos del Derecho. La extensión de los artículos es de hasta 20 páginas, arial narrow 11, espacio sencillo. Se enviará el artículo y una foto digital tamaño carnet a la dirección de correo electrónico estudiofg@yahoo.com, incluyendo nombres completos, teléfono y correo electrónico para fines de verificación. La dirección de la revista emitirá un correo de confirmación de recepción del trabajo.
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